Ocurrió en una de las calles de Moscú, en Rusia, donde un auto perdió el control y casi colisiona con otros vehículos. De todas maneras, gracias a la pericia del conductor y a los rápidos reflejos de los demás automovilistas, el descontrolado vehículo hizo una maniobra sacada de una película y terminó perfectamente estacionado.