Ocurrió en la entrada del subte de San Petersburgo y fue captada por las cámaras de seguridad. La joven rusa no se percató que el ingreso estaba vedado por donde ella accedía y se topó de frente con una barrera transparente. Los pedazos de cristal -no era un vidrio templado como se acostumbra usar en los lugares públicos- la golpearon y tuvo que ser atendida con varios puntos de sutura en la frente.