Esta práctica, que requiere de aguas tranquilas, tiene su origen en la Polinesia y era utilizada para transportarse de un lado a otro a mayor velocidad que en la tierra.

Este surfista de remo (o paddle surf) tuvo un encuentro más que especial en el medio del océano con dos ballenas que parecían deslizarse tranquilamente bajo el agua como él lo hacía sobre la misma.