Una situación tensa se vivió en una localidad estadounidense luego de que el dueño de un restaurante le pidiera a dos hombres que dejaran de fumar ya que en esa zona no estaba permitido.

El hombre que tenía el cigarrillo en su boca se negó a tirarlo señalando que se encontraba en un espacio público y el dueño del local no dudó en rociarlo en la cara con un matafuego que llevaba en su mano.

"Voy a llamar a la policía", se puede escuchar decir a la víctima del ataque en las imágenes registradas por una testigo. "Llamá a la policía, acá no se puede fumar", le redobló el agresor.