El pequeño secreto de su éxito radica en su habilidad para desplazarse sobre 200 placas de contrachapado de menos de un centímetro de grosor, extendidas sobre la superficie del agua.

Sin embargo estas planchas no son capaces de soportar el peso de una persona. La hazaña del monje es sel dominio de una técnica que les permite no apoyar todo su peso sobre ellas.