Cada mujer frente a cámara que reclama por un derecho es silenciada a sacada de plano. Una y otra van desapareciendo, hasta que sólo queda una.

La última mujer empieza a hablar, la mano se acerca... Y antes de decir lo que piensa, elige callar. Esa es la realidad que este colectivo artístico imagina para Brasil, si Jai Bolsonaro asume el mando. 

Este domnigo será el balotaje que defina si el gigante de sudamérica continúa en la democracia o camina hacia un nuevo y peligro marco social.