Sin embargo la decisión de esta familia, de divertirse con las gracias de un simpático perrito hogareño persiguiendo cocodrilos, no fue la más afortunada. Pippa, una terrier famosa en las redes de su país por atemorizar a los cocodrilos en la ísla de Goat, murió en su ley.

Su dueño Kai Hansen tenía un bar situado a orillas del río Adelaide. Y los turistas visitaban el lugar especialemente para ver a Pippa perseguir al cocodrilo Casey. "Era algo que tenía una alta probabilidad de suceder en cualquier momento. No ha hecho nada malo, solo hizo lo que hacen los cocodrilos", dijo Hansen cuya mascota había acumulado popularidad en Internet en los años anteriores por sus corridas.