Lo primero que surge es preguntarse por qué la producción que contactó a la entrevistada no habló previamente del tema que iban a abordar, con lo cual se hubieran ahorrado la tensa situación que se dio al aire.

Cuando el conductor de La Brújula, Germán Sasso le dio pie a la mujer -una reconocida religiosa de Bahía Blanca- se produjo un silencio incómodo.

En pocos segundos la pusieron al tanto del fallecimiento del papa Francisco -cosa que el tono jovial con el que había atendido el teléfono denotaba que desconocía- y no aguantó la emoción.