La nena se había subido a la mesa de vidrio del televisor (algo que podía resultar peligroso) y su padre le intentaba explicar que no debía hacerlo más. Pero entonces Lola ve la necesidad de rebatirle ese argumento a su padre y de explicarle su punto de vista. Y aunque Lola todavía no ha aprendido a hablar, es increíble ver lo elocuente y expresiva que es.