En Pensilvania, Estados Unidos, un hombre estaba haciendo pesca en el hielo, en un lago congelado, y cuando quiso recoger el pique, se encontró con una sorpresa.

En el anzuelo no se había enganchado ningún pez, sino que se trataba de un pato, que inexplicablemente había llegado hasta allí, y que podría haber muerto de no haber sido ‘pescado’ por este muchacho.