Ocurrió en Hunan, China, donde un hombre se subió a un semáforo en lo más alto de una autopista y amenazó con saltar. Si bien en un principió las autoridades lo convencieron de bajar, luego volvió a subir rápidamente. Fue en ese momento en que un ciudadano decidió intervenir, aunque provocó una inesperada reacción.

Pasaron cuatro horas y todavía seguía allí, lo que llevó al ciudadano a querer ayudar. Primero intentó tirar al hombre con una escoba para que caiga sobre un colchón inflable que habían colocado los bomberos, aunque esta era demasiada corta. Luego, le acercaron un palo de tres metros y pretendió hacer lo mismo, pero lo único que logró fue darle algunos golpes.

El suicida, ya molesto, saltó en dirección al puente, se quedó corto y cayó a un costado del colchón para luego impactar de lleno contra el pavimento. El hombre debió ser internado y se encuentra en estado crítico. Las autoridades evalúan demandar al ciudadano que intervino para colaborar.