Un grupo de médicos en Miami se topó con un dilema ante la aparición de un hombre de 70 años que había llegado inconsciente en ambulancia, y que debía ser reanimado para salvarle la vida pero llevaba un mensaje tatuado en el pecho que pedía que no le reanimen.

Según explicó la revista The New England Journal of Medicine, el hombre ingresó al hospital Jackson Memorial de Miami (EEUU) con un nivel elevado de alcohol en la sangre y su historia clínica indicaba que tenía enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía por fibrilación auricular y diabetes.

Primero se desplomó su tensión arterial y desarrolló acidosis metabólica, por lo que tuvo que ser trasladado a terapia intensiva en estado crítico.
Luego recibió un tratamiento médico que incluyó reanimación con líquidos por vía intravenosa, antibióticos, fármacos vasopresores y presión positiva en las vías respiratorias. 

Cuando los médicos le abrieron la camisa, vieron el tatuaje y comenzó el debate sobre lo que debían hacer. La inscripción decía "No me resuciten".

Los médicos formalizaron una orden de no resucitación que permite que los pacientes que lo soliciten por escrito, pueden no recibir tratamiento de reanimación.

Finalmente, luego de una recaída el hombre de 70 años murió.

Unas horas después, encontraron que el hombre había solicitado, además del tatuaje, una solicitud de no resucitación años atrás por lo que los médicos se sintieron aliviados por la decisión que habían tenido.