En el segmento que se recorta de la transmisión de TN en vivo desde el Vaticano se puede ver la tensión que atraviesa a Nelson Castro cuando el responsable del Jubileo le pidió que no le acerque el micrófono a quienes estaban peregrinando.

Castro oscilaba entre aceptar de buena gana la recomendación, irritarse porque no le dejaban hacer lo que estaba haciendo, y pedir disculpas por haber quedado en ridículo.

Blandiendo como una cucarda el hecho de ser católico practicante”, como se definió, el periodista del Grupo Clarín creyó que eso lo habilitaba a seguir entrevistando a los que pasaban, sin tomar en cuenta que en su gran mayoría los que estaban en la plaza también lo eran y estaban en un momento de recogimiento.