Tod Orr, de 50 años, se fue a dar un paseo el sábado por la mañana por un terreno que ya conocía, ubicado en Bozeman, Montana, Estados Unidos, y si bien gritaba cada tanto para espantar a los osos que él sabía que podrían estar cerca, su táctica esta vez no funcionó.

Cuando una osa con sus crías comenzaron a acercarse de a poco, el hombre le tiró un spray en la cara diseñado para evitar este tipo de ataques, aunque fue en vano y no logró frenar el doble ataque.

"Me tiré al piso y me agarré el cuello con mis dos brazos para protegerme. Ella estaba sobre mí mordiendo mis brazos, hombros y espalda", escribió Orr al compartir el video en su perfil de Facebook.

Sus heridas no le impidieron poder levantarse para caminar los cinco kilómetros que lo separaban de su camioneta, pero el animal volvió para atacarlo nuevamente.

Finalmente, después de hacerse el muerto la osa se fue y, gravemente herido, logró manejar 30 kilómetros hasta el hospital.