Los pasajeros del crucero Norwegian Breakaway, que el pasado 29 de diciembre zarpó de Nueva York  para festejar la llegada del 2018 en el mar y terminar en las Bahamas, vivieron probablemente la peor travesía de su vida.

Y es que el crucero quedó a merced de la tormenta ciclón bomba, llamada Grayson, que golpeó a la costa este de Estados Unidos. “Fue un infierno”, explicó una pasajera, Christina Méndez, a la CBS.

Según sostiene el portal weather.com, Méndez, y otros pasajeros, se plantean llevar a la compañía Norwegian Cruise Line (NCL) a juicio ya que aseguran que la empresa ignoró el peligro y continuó la travesía por no querer perder el dinero de los clientes de su siguiente viaje, un crucero de 14 días que partía desde Nueva York el 5 de enero. 

Los videos grabados por los turistas dan buena muestra de ello: las goteras en el interior del crucero eran una constante, también las alfombras empapadas y los letreros balanceándose. Por no hablar del panorama que se podía ver a través de las ventanillas.