Carlin hablaba del 'Sueño americano', y bromeaba acerca de que las personas deben estar dormidas para creérselo. Este concepto se preocupa en demostrar los verdaderos intereses que esconden los hombres de la política: jamás estarán preocupados por el pueblo, pero si querrán satisfacer los intereses de los poderosos, a cambio de sus billetes.

También se mete con la importancia de la educación, al evidenciar que son muy pocos los gobiernos que quieren educar a su población -en Argentina se crearon más de 30 universidades públicas en los últimos 12 años- ya que los poderes económicos prefieren "trabajadores obedientes".