Brian Nuttall visitó el bosque de Apple River, en Cumberland -Canadá- y lo que vio lo dejó con la boca abierta: el video que compartió en su muro alcanzó 3 millones de reproducciones en menos de una semana.

Las raíces de estos árboles se desarrollan de forma superficial y no demasiado profunda, por lo que los fuertes vientos hicieron que las raíces se desprendieran del suelo.

El musgo que provoca la humedad del ecosistema crea una capa por encima de esas raíces, escondiendo la verdad del fenómeno.

"El castigo de los vientos ha dejado su huella en la colina, las raíces se han aflojado y el suelo cubierto de musgo se mueve. Pero pronto los árboles se vendrán abajo", escribió Nuttall.

"Creo que los árboles más grandes están condenados y sólo se salvan porque los árboles más pequeños ayudan a mantenerlos unos a otros", agregó.