En busca de reproducciones y la posterior fama, los youtubers son capaces de cualquier cosa, incluso al límite de la legalidad. Un español quiso cruzar esta barrera, pero terminó realizando un papelón para las redes.

Es que Abel García, de 27 años, se filmó agrediendo con gas pimienta a un repartidor de pizzas. Se trataba de una cámara oculta que pegue, para poder avanzar de los 15 mil suscriptores que tenía su cuenta hasta ese momento.

El joven llevó adelante su broma, pero le salió todo mal: el video terminó siendo censurado “por infringir las normas sobre acoso e intimidación”, y le abrieron una investigación donde, encima, descubrieron que era todo falso.

Si bien el video terminó viralizándose por otros canales, el descubrimiento por parte de la Policía Nacional de España de que se trató todo de un montaje, le fue jugando una muy mala pasada en su búsqueda de fama.

En este sentido, las pruebas de la puesta en escena del video de García son varias. Por empezar, ningún empleado de la cadena de pizzerías, reconocida por el uniforme del supuesto repartidor, sufrió un incidente similar.

Además, el supuesto repartidor no lleva el calzado reglamentario. "Todos los repartidores de España van siempre con calzado negro; en el vídeo, sus zapatos son marrones", dijo el responsable del supuesto comercio al que fue pedido la pizza.

"Siempre entregamos las pizzas a cada casa dentro de una bolsa térmica; en el vídeo, el chico lleva la caja sin nada más, y normalmente, el repartidor se quita el casco y se pone la gorra al llegar a la puerta, a diferencia de lo que se ve en el vídeo", añadieron los investigadores.