Las religiosas retornaron a su orden ubicada en la isla de Sicilia después de varios meses de misión en África y descubrieron que serían madres. Habían viajado a esa misión por ser originarias del continente africano.

Todo comenzó porque una de las religiosas sufría fuertes dolores abdominales y acudió a un hospital donde confirmaron el embarazo.

Con el hecho consumado se abrió una investigación para llegar al fondo de lo ocurrido porque el Papa Francisco ya se había manifestado preocupado por los curas que abusan sexualmente de las monjas.