Sucedió el pasado lunes en la ciudad rusa de Sterlitamak, en la república de Bashkortostán, donde una mujer en claro estado de ebriedad comenzó a destrozar su propio auto con un hacha y en presencia de su pequeño hijo, al ver que la grúa intentaba llevárselo.

Finalmente, la mujer fue detenida a la fuerza por la policía y trasladada a la comisaría.