En las afueras del estadio monumental de Guayaquil, en Ecuador.

Diego Ordinola estaba saliendo en vivo cuando el ladrón, arma en mano y con barbijo no tuvo el menor empacho en salir en cámara mientras cometía el delito, dejando las pruebas más que suficientes para terminar en prisión.

La policía de Ecuador se comprometió a buscar a los asaltantes que luego del robo se escaparon en moto pero dejando todo registrado.