
Allí, los visitantes pueden ver películas relacionadas con rompimientos amorosos, compartir sus experiencias personales en el “muro de las relaciones rotas” y tomarse una copa para pasar el mal trago.
Chasten señaló que el bar no es solo para solteros sino también para parejas que prefieren evitar el caos que se ocasiona cada 14 de febrero. "Creo que hay tanta presión en el día de San Valentín, que la gente simplemente se da por vencida o simplemente se queda en casa", dijo el dueño del bar.