Jorge Neuss y Silvia Saravia discutieron duramente, como en tantas otras oportunidades donde el empresario la maltrataba, y ella salió de la casa cerca de las 22.

Se fue a la casa de una de las hijas del matrimonio, Lucila, quien vivía en el mismo barrio que su padres, el lujoso Martindale de Pilar. A la mañana siguiente ella la acompañó a buscar algo de ropa antes de emprender un viaje para alejarse de la violencia que sufría.

No pudo hacerlo. Jorge Neuss la asesinó y luego se pegó un tiro.