"Yo cuento mi historia porque la puedo contar" comenzó diciendo Alejandra Oliveras en clara referencia a todas las chicas que han sido víctimas mortales de la violencia de género. Ella se cruzó con el boxeo y eso la ayudó a salir.

El violento que la golpeaba mientras estaba embarazada y hasta llegó a pegarle al hijo de ambos cuando tenía tan sólo 10 días un día recibió su merecido y ella decidió empezar de nuevo.

El mensaje de Alejandra es que se puede salir de una situación de violencia. Lo primero que hay que hacer, según ella es alejarse físicamente de esa situación y animarse.