Galván iba a ser trasladado al penal de Bouwer, pero lantes de que sucediera se quebró y pidió declarar. Fue llevado a la fiscalía acompañado por su abogado defensor, Felipe Jure, quien lo había desligado del hecho y hasta había acusado a Ivana de ejercer violencia contra su cliente.

Ante la fiscal Jorgelina Gómez, a cargo de la investigación, Galván confesó el femicidio y dijo dónde encontrarían el cuerpo de Ivana. Un hallazgo clave para que confesara Galván fue el peritaje sobre su auto donde los investigadores encontraron rastros de sangre en el volante y en el asiento.