Es propio de estos tiempos. La gente solo habla con quienes piensan como ellos. Los lee en las redes sociales, dialoga e intercambia opiniones con quienes no lo confrontan. Y termina creyendo que todo el mundo piensa como ellos.

A la locutora María Sanchez le debe haber pasado algo así porque sino no se explica como alguien no le dijo anteriormente que ellos que ella presentaba como un hallazgo no era más que una burrada sin sentido, y que agraviaba la memoria de miles de mujeres asesinadas por femicidas al echarles la culpa.