El cabo Alberto Rubén Martínez fue detenido e imputado por abuso sexual simple agravado, luego de ser denunciado por la mujer -víctima de violencia de género- a la que debía custodiar. 

La denunciante le había permitido el ingreso al domicilio, ubicado en el barrio Floresta de la capital de Salta, luego de que se retirara su hermana, con quién había cenado. La mujer reveló que cuando descansaba, el acusado se recostó a su lado y la sometió sexualmente.

Ella le preguntó por qué hacía eso: "Porque me tenté".

A la madrugada, un patrullero que pasó por el domicilio activó las luces del móvil primero y luego la sirena. En ese momento, la mujer aprovechó para salir de sus casa y “en estado nervioso”, contarle a los otros policías sobre el abuso que padeció.

El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Sergio Obeid, imputó a Martínez como autor del delito de abuso sexual simple agravado por ser cometido por personal perteneciente a las fuerzas de seguridad, en ocasión de sus funciones. 

Fuentes policiales informaron que, tras conocer el hecho, la fuerza suspendió inmediatamente a Martínez.