Es muy triste lo que se empieza a conocer sobre los años que pasó Diego Maradona en Cuba, donde se mezclan las drogas, el sexo con menores, los entramados del gobierno cubano, la pobreza y los abusos de un grupo de hombres que se creyeron capaces de hacer cualquier cosa.

Con la denuncia de Mavys Álvarez para muchos es difícil reconocer el abuso sexual cometido con una chica de 16 años a la que llevaron a una vida de adultos, que la introdujeron al mundo de las drogas, la alejaron de la familia, la trajeron a la Argentina sin la autorización debida, la operaron de los pechos para verla más atractiva y luego la abandonaron a su suerte en su país.

Guillermo Coppola fue uno de los protagonistas de esta historia, de la que se quiere despegar y que minimiza. Cuando en una gala de figuras del espectáculo en Punta del Este los medios uruguayos le preguntaron por el hecho, la insólita respuesta es que lo resolvería tomando un café, y aguantándose un cachetazo de ella, como si eso fuera suficiente para reparar el daño hecho.