Mavys Álvarez está mostrando una cara brutal de Diego Maradona, donde su reclusión en La Pradera de La Habana no fue una clínica de rehabilitación sino un espacio para que diera rienda suelta al consumo de drogas y a conductas abusivas.

Ella tenía 16 años cuando se la presentaron a Diego y visto con los parámetros actuales la diferencia de edad y la disparidad de poder y de dinero muestra que se trato de una relación abusiva.

Mavys la novia menor de edad de Maradona: Diego no quería que yo estudiara

Mavys deciidó contar lo que vivió pasados veinte años de que ocurrieran los hechos en una entrevista del noticiero América Noticias de la cadena América TeVé de Miami. 

La entrevista tuvo varias partes que mostradas como un truculento culebrón fueron descubriendo su relación con el más grande futbolista. 

En la entrevista, habló de cómo se fue distanciando de Maradona luego de cuatro años y de la posibilidad de tener un hijo juntos: “En mi ilusión sí, lo pensé. Me hice pruebas de embarazo en mis períodos de pérdidas. Yo no estaba bien. Él quería tener hijos. Mis hijos no son hijos de Maradona”.

En la última emisión continuó su relato tras las repercusiones de sus primeras apariciones, que incluyen una denuncia contra los que lo acompañaban: “Ellos participaron, pues sí, cuando él habló de todo eso, de meterme en una caja, y todos estaban ahí. Él me pidió que me lo hiciera (operación de senos), él quería ese cambio en mí, en mi inocencia y mi ingenuidad tal vez”.

“Es verdad que dejé de estudiar porque Maradona no quería una novia universitaria. Tal vez no le gustaba que tuviera que ir a la escuela en la mañana. Tenía 16 años, estaba en décimo grado.

¿Vio tu mama la relación con Diego como un modo de escapar de la realidad cubana?”, le preguntaron a Mavys que reveló que "ella no quería aceptar esta relación, pero hay cosas que te llevan. Mi madre nunca quiso aceptarlo, pero no le quedó más remedio. Y después de la aprobación de Fidel yo fui a pedirle permiso a Fidel para ir a Argentina”, ratificó en relación a la foto que se viralizó: “Eso fue en el Palacio Presidencial”.

También le consultaron sobre la teoría que sostiene que su aparición tiene que ver con Sueño bendito, la serie de Amazon, cuya segunda temporada se ocupa de la etapa cubana de Maradona: “De Amazon no me contactó, pero tengo entendido que están haciendo una parte de la historia que nada que ver. Yo vivía en Matanzas, y mi mamá vivía conmigo; viví tres años en la casa dos, y había otras chicas, yo me enteraba porque dejaban cosas”.

“Después Maradona alquila un departamento para que tú vivieras. Hablé con tu vecina, que no habla porque tiene miedo al gobierno cubano, y dice que estabas totalmente aislada, que tenías un celular que cuando te llamaba tenias que dejar todo”, le consultó el periodista. “Sí, es verdad que él se molestaba si yo salía, a cualquier lugar, al mercado, fue muy celoso. Yo en su momento también fui muy celosa”, afirmó Mavys.

“A veces no tenía para comer y una vecina me traía comida. Mi mamá tocaba la puerta llorando, pidiendo verme, y él me tapaba la boca y no le abría”, contó, sobre lo que padeció los tres años que estuvo con el jugador de fútbol. También contó que un día escuchó que sonaba el teléfono de Maradona y atendió: “Era Claudia, la esposa legal de Diego, que él me decía que estaban separados, que se estaba divorciando, y yo contesté la llamada; ella me pidió que le pasara con él, y lo hice, pero cuando él se dio cuenta a quién había atendido agarró el teléfono y lo tiró contra la pared y se enojó mucho.

“Estaba aterrada, pensé que estaban hablando de eso, salí con una cuchilla en el pantalón porque me imaginaba que era Ferro Viera el que armaba todo esto. Todo esto en mi mente, una locura” dijo, y aseguró que hubo violencia física en más de una ocasión: “Es cierto que me golpeaba, pasó muchas veces, una vez me sacó del comedor a empujones, me metió en el auto y me agarró de los pelos cuando llegamos a la casa. No me hubiera dejado denunciar, si ni siquiera me dejó ir ese día, y tampoco creo que la Justicia hubiese actuado porque Fidel le ayudaría a salir del problema”.

Mavys revela el lado más violento de Maradona: golpes, maltratos y abusos

Por otra parte, Mavys reconoció que tomaban “cocaína y éxtasis en gotas”. Dijo que Maradona se la había dado a probar porque quería que ella se relajara, tal vez, para que aceptara hacer un trío sexual con él, algo que le había propuesto hacer “muchas veces” y que ella no aceptó. Sin embargo, reconoció que el astro sí participaba de orgías, aunque no en su presencia. Y que le gustaban las prácticas sadomasoquistas.

También recordó la operación estética a la que se sometió cuando estuvo de visita en nuestro país: “Me fueron a buscar a mi casa y me hicieron el pasaporte en un día, viajé sola y cuando llegué me esperaba un guardaespaldas de Diego; después fue lo de la cirugía”. A su vez remarcó que todo fue muy rápido, ya que le hicieron análisis en el hotel, y luego la internaron directamente: “Mi madre no estaba presente y no tenía conocimiento de esta operación, no sé quién firmó o si pagaron para que me lo hicieran ilegalmente, pero las heridas se me abrieron cuando estaba recién operada y fuimos a una fiesta con Diego; él aceleró mucho en la camioneta y casi desbarrancamos; yo llegué llorando y él lo veía todo como una broma”.

“Hoy estoy libre de drogas completamente, y psicológicamente hay muchas cosas que me afectaron y me siguen afectando, pero trato de seguir adelante”.

Cuando los periodistas le preguntaron si había valido la pena todo el tormento a cambio de haber sido “la novia de Maradona”, Mavys no dejó dudas: “Obvio que no, no valió la pena cambiar mis mejores años de juventud y de vida, por nada, y aunque la gente dice que le saqué de todo, no fue así tampoco, porque Diego me daba a veces cosas que después me pedía; dinero, prendas, artículos, una cocina eléctrica para mi casa, y después me la pedía de vuelta, y yo se las daba”.

Sobre el final Mavys contó que es madre de dos hijos, una joven de 15 años y un niño de 4 años, fruto de otra relación. “Desde que mi hija cumplió 11 yo le empecé a contar mi historia, porque sentí que era lo mejor que podía hacer, contarle lo que me pasó para prevenirla: Para los que me preguntan porqué no dije nada en ese momento, les digo que no había necesidad de pedir ayuda, porque los que estaban allí sabían que yo necesitaba ayuda”.