Si algo creció acompañando el aumento de contagios en el país es la falta de empatía hacia los doctores que cumplen sus tareas en los centros de testeo.

Turistas en los centros vacacionales agrediéndolos, piñas en la cara porque no hay más turnos por ese día, insultos por las demoras, y demás tipos de violencia empiezan a ser habituales, lo que pone una  señal de alerta para los profesionales de la salud.

La lógica de "yo pago mis impuestos" o "vos tenés que atenderme porque estoy hace rato" empiezan a convertirse en bandera para que violentos enarbolen conductas repudiables que deberían ser contenidas por la policía.

Esta vez se llegó al colmo de escuchar como una persona increpa a una médica desesperada por los cuestionamientos que le hacen, sosteniendo que "si no estás capacitada para estar 24 horas testeando no vengas", un verdadero disparate.