De acuerdo a una publicación de El Disenso, las obras que inauguró la gobernadora María Eugenia Vidal -sombrillas, reposeras, lockers, cargadores de celular y wifi gratuitos- esconden con una puesta colorida la obra que de verdad tenía que realizar si quería hacer un bien a la comunidad.

A escasos metros de la "Playa Museo Mar” y “Playa Constitución”, la zona por donde muchos veraneantes eligen llegar hasta la orilla sin atravesar las flamantes instalaciones tiene un arrollo que desemboca en el mar: la zona es transitada por familias y niños pequeños que la prefieren por su baja profundidad y por consiguiente, mayor tranquilidad para los padres.

Según publicaron vecinos en las redes sociales, se trata de aguas servidas del desagüe de Constitución y la costa, sobre el que durante muchos años se realizaron conexiones cloacales clandestinas que aún existen y que, en época de lluvia, contaminan el mar.

En las imágenes que aportó El Disenso se puede observar que representan un peligro para la salud, pero el gobierno bonaerense prefirió instalar su colorido merchandising a unos metros, en lugar de limpiar o reducir el impacto ambiental.