En el cruce de 49 y 132 había un remise estacionado esperando a un pasajero con las balizas puestas cuando un auto lanzado a gran velocidad lo embistió de atrás.

Por el terrible golpe el auto cruzo la calle y terminó golpeando contra los árboles que lo pudieron detener. Afortunadamente no hubo que lamentar víctimas fatales pero el remise quedó destrozado.