Uruguay aprobó un polémico proyecto de aborto no punible
El senado uruguayo sancionó este miércoles el proyecto de ley que permite la interrupción del embarazo en determinados casos, cumpliendo estrictos requisitos y plazos que son cuestionados por organizaciones sociales y feministas.
La norma cuenta con el apoyo del gobernante Frente Amplio y el opositor Partido Independiente (PI), pero no termina de convencer a organizaciones sociales que se manifiestan en contra o a favor, pero con reparos, por lo que legisladores opositores habían propuesto convocar a un referéndum sobre el tema.
Entre los argumentos en contra está el que asegura que este proyecto "no despenaliza el aborto, porque lo mantiene como delito en el Código Penal", según aseguró Alejandra López, codirectora de la ONG uruguaya Mujer y Salud.
La ley establece que la interrupción del embarazo no será penalizada si se realiza antes de las 12 semanas de gravidez, pero para acceder a la práctica, la mujer deberá cumplir una serie de requisitos, como acudir a una consulta médica ante una institución del Sistema Nacional Integrado de Salud para que un equipo interdisciplinario evalúe la situación. Luego, la mujer tendrá cinco días para ratificar su decisión mediante la firma de un consentimiento informado.
Es por eso que tanto López como la Coordinadora Aborto Legal (CAL) consideraron que el proyecto "no despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo, apenas suspende la pena siempre y cuando se cumplan con todos los trámites y plazos establecidos en los artículos".
Se sumó a esta postura la Asamblea Popular (AP), que reúne a agrupaciones de izquierda, que reclamó que debería imponerse la legalización directamente, por la sola voluntad de la mujer, sin condiciones.