Ezequiel Pelaia, uno de los seis jóvenes rugbiers de Mendoza que fueron imputados por abuso sexual, denunciados por una joven tras la celebración de una fiesta realizada el 22 de diciembre, escribió una extensa carta en su cuenta de Facebook en la que asegura ser inocente.

“Lo que esta chica me ha hecho vivir a mí, a mi familia y a mi entorno, también es un infierno”, lamentó el joven, que sobre la denunciante, sostuvo: “No puedo considerarla como víctima, no después del daño que me ha causado sin justificación, faltando a la verdad, cuando, reitero, no hice nada de lo que se me acusa y tampoco creo que lo hayan hecho los demás imputados".

La joven aseguró que tomó algo durante la fiesta y no recuerda nada, y como después empezó a tener dolores en sus partes íntimas, su una hermana se comunicó por WhatsApp con José Hervida, mánager del equipo en el que juega Pelaia y dueño de la casa en donde se llevó a cabo el evento, y éste le dijo que había estado con varios deportistas, aportando además los nombres.

"Sigo leyendo una y otra vez que debería estar preso por violador, sigo leyendo una y otra vez soy hijo del poder, sigo leyendo una y otra vez como agreden a cualquier persona que me defiende o intenta hacerlo, sigo recibiendo amenazas a diario; y todo ello es por algo que no hice", expresó Pelaia en el extenso texto.

Los primeros imputados por el fiscal Galdo Andreoni por abuso sexual agravado con acceso carnal fueron Enzo Falaschi, Ignacio Ceschín, Sebastián Vanín y Lisandro Biffi, hijo del legislador provincial César Biffi. Días más tarde se sumaron a la lista Pelaia y Maximiliano Filizzola.

La carta: