Ariel Salazar está imputado por el delito de "homicidio culposo" por la muerte de la médica Natalia Vargas que cayó al vacío durante un vuelo en parapente en Tucumán, el pasado 29 de diciembre.  Y si bien se trata de una instancia excarcelable, el supuesto instructor que estaba a cargo de la víctima quedó detenido por entorpecer la causa.

Una policía se hizo pasar como una alumna de parapente para poder contactarlo y encontrarlo. Una vez hallado, lo siguieron hasta que se produjo la detención definitiva, justo cuando estaba por ingresar al domicilio de su madre.

Luego de la muerte de Vargas, el juez Francisco Pisa había ordenado la detención de Salazar- que supuestamente la había guiado de manera negligente en el uso de un parapente- el último viernes y se tardó cuatro días en poder llevar a cabo el procedimiento.

Salazar había dicho que vivía junto a su madre, pero no era cierto. Días antes, agentes habían visitado la casa de la madre para buscar las cámaras que registraron el accidente y había solo dos camas, donde dormían la señora y un hermano del acusado.

La víctima, Natalia Vargas
La víctima, Natalia Vargas

También se investiga a los empresarios responsables de la compañía del servicio y del sitio donde se realizaban los saltos. A lo largo de las últimas dos semanas, Salazar se había ido de su domicilio y había comenzado a escaparse de la justicia. 

La situación de Salazar es más que comprometida ya que que se contradice con las palabras de la mayoría de los testigos y de los especialistas. El supuesto instructor de vuelo declaró en su momento que justo antes del accidente, Vargas entró en una suerte de ataque de pánico y eso fue lo que la hizo caer al vacío.

Sin embargo, gracias al video que se filmó en el instante preciso del despegue, se pudo corroborar que la joven residente en Alemania no tenía puesto el arnés de seguridad de la manera correspondiente.

La Justicia solicitó al acusado los registros de la tarjeta de memoria de la cámara Go Pro con la que se hizo el salto, pero el imputado negó poseerla. Hasta ahora, el dispositivo audiovisual nunca fue encontrado.

El presidente de la Federación Argentina de Vuelo Libre, Pablo Jaraba, declaró ante la justicia y aseguró que Salazar "no estaba habilitado para hacer la práctica biplaza ni era instructor" y que "No es un piloto profesional; ni siquiera cumplió con lo básico del curso".

Por otro lado, la investigación intenta confirmar que las empresas que brindan el servicio y las compañías responsables de los sitios donde se realiza la práctica tuvieron conocimiento sobre accidentes previos en los vuelos y apelaron a un "manto de silencio" para mantener el negocio intacto.