Dos realidades se vieron las caras, o casi. Apenas separadas por el muro que rodea al predio de la sociedad Rural, ese que la entidad posee en la Avenida Santa Fe, en una de las zonas más caras de la Ciudad, que compró a precio vil y donde se inaugura la Expo Rural de las entidades del campo más poderosas. 

Mientras, afuera, las familias agrícolas que se organizan en cooperativas reclaman la doble vara del Gobierno que, por un lado elimina retenciones y, por el otro, no ayuda a los más débiles de la cadena. 

"La familias agrícolas producimos más del 60% de los alimentos que se consumen en Buenos Aires pero no tenemos derecho a salud y jubilación", dice la Unión de Trabajadores de la Tierra en un comunicado que luego agrega: "Sin embargo, la Sociedad Rural Argentina sigue sin pagar retenciones y celebra el bienestar del campo". 

Mientras adentro del predio todo será fiesta gauchesca y exhibición de los mejores sementales y especímenes que produce un grupo concentrado, afuera están los verdaderos trabajadores de la tierra.