La propaganda política, religiosa o racial en los Juegos Olímpicos están prohibidos por el Comité Olímpico Internacional (COI) y no se pueden llevar pancartas a los pabellones, ni montar protestas. Pero a Darya Safai no le importó y consiguió mostrar un cartel de protesta a todas las mujeres iraníes que no pueden ingresar a los estadios por ser mujeres. 

Nacida en Irán, Safai se fue a vivir a Bélgica en 2000 después de salir de la cárcel por haberse manifestado contra el Gobierno. Protesta para conseguir el acceso de las mujeres iraníes a los recintos deportivos desde 2014. "Es mi derecho estar aquí y un derecho básico de todas las mujeres iraníes cuya voz se silencia", reza siempre. 

Después de la revolución islámica de 1979, a las mujeres se las ha prohibido y restringido el acceso a eventos deportivos masculinos. El voleibol, un deporte cada vez más popular en Irán, no es una excepción. Desde 2012, el Gobierno iraní ha prohibido a las mujeres asistir a torneos que se jueguen en Irán. En junio de 2014, una británica de origen iraní, Ghoncheh Ghavami, fue detenida en Teherán junto a otras mujeres tras asistir a un partido de voleibol masculino. Fue acusada de “propaganda contra el Estado” y tuvo que pasar cinco meses (y 41 días en aislamiento) en la prisión de Evin.

Ella ya avisó que estará el sábado en el Maracanazinho, en el partido entre Irán y Egipto, con las mejillas pintadas con los colores de la bandera de su país y luciendo en su camiseta y en una gran pancarta este mensaje en inglés: “Dejen entrar a las mujeres iraníes a sus estadios” (Let iranian women enter their stadiums). Ella prometió llevar esa pancarta a todos los partidos de la selección masculina de su país.

El sábado pasado lo cumplió y se sentó en la primera fila con su camiseta y su pancarta durante el Irán-Rusia. Se acercaron varios empleados de seguridad pidiéndole que tirara la pancarta; de lo contrario, tenía que abandonar el recinto. Se lo reclamaron varias veces y, ante su negativa, desistieron.

Este lunes, otra vez: "No hay problemas mientras esté sentada en su sitio y no tape la visual de los que están en las filas de atrás", sostuvo uno de los voluntarios en el pabellón preguntado al respecto. 

"El mío es un mensaje positivo y quiero que lo vea todo el mundo para que se sepa que las mujeres iraníes no pueden acceder a los estadios", sostuvo la deportista y agregó: "La mía es una acción pacífica. No es un mensaje político, sino un mensaje positivo por la paz y por los derechos humanos. El COI sabe que tienen una misión importante para conseguir que las mujeres iraníes entren en los estadios".