Reina Natalia Velázquez fue derivada desde Salvador Mazza el día martes en pleno trabajo de parto hacia el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal donde luego de haber sido asistida por un médico y una partera, le avisaron que su hijo había fallecido y se lo entregaron decapitado. 

Velázquez y su pareja denunciaron penalmente a un médico y a una partera por una supuesta mala praxis, que culminó con el decapitamiento de un bebé prematuro en Salta.

Al sanatorio llegó Reina acompañada por su marido, quien salió en busca de pañales, quién relató que al regresar le informaron que el bebé había fallecido.

Se supo que fue la propia mamá la que contó la manera brutal con la que se extrajo al bebé del canal uterino y en su relato no pudo precisar quién de las dos personas que estaban en el parto fue la que con mucha fuerza extrajo a su bebé, decapitándolo.

El hospital de Tartagal, a través de sus autoridades, confirmó el hecho y la denuncia; afirmó que el caso está judicializado y que la fiscalía penal ordenó una exhaustiva autopsia.