El hecho fue captado por las cámaras de seguridad  de Novorosíisk en Rusia.

Si bien no trascendió la identidad de la abusiva, ésta ya enfrenta cargos penales por crueldad animal y métodos sádicos de vandalismo.

Podría enfrentar hasta una condena de 480 horas de trabajo forzoso, prisión de dos años o una multa económica. El animal fue separado de esa familia y se recupera.