"Nosotros tenemos que aceptar que no hay manera de cambiar los fetiches de algunos", explicó Shin Takagi tratando de justificar que haya personas que compran muñecas sexuales que simulan ser hasta niñas de cinco años.

Trottla es el nombre de esta empresa japonesa que causa indignación pero que hace más de una década comercializa muñecas para pedófilos.

Según el presidente de la compañía realiza una tarea de "ayuda" a personas con problemas sexuales ya que las muñecas "contendrían los impulsos".

“Continuamente recibo cartas de clientes. Las cartas leen: ‘Gracias a tus muñecas, evito cometer delito’”, aseguró Takagi en una entrevista para el diario británico The Mirror.

Y polemizó: "Yo estoy ayudando a las personas a expresar sus deseos, legal y éticamente. No vale la pena vivir si tienes que hacerlo reprimiendo el deseo”.