Un hombre fue detenido la madrugada del domingo como el presunto autor de una oleada de tiroteos, supuestamente perpetrados al azar, que dejó el saldo de 7 muertos en la ciudad de Kalamazoo, en el Estado norteamericano de Michigan.

Hasta el momento se desconoce qué llevó a Jason B. Dalton, un hombre blanco de 45 años al que la policía ha identificado como el presunto autor de los disparos, a llevar a cabo los asesinatos.

“Estamos intentando averiguar el motivo. Honestamente, parece haber sido un acto totalmente al azar”, dijo el jefe de Seguridad Pública de Kalamazoo, Jeff Hadley, en rueda de prensa.

“¿Cómo le explicas a los familiares de las víctimas que fueron atacadas solo porque estaban donde estaban?”, se preguntó por su parte el fiscal de Kalamazoo, Jeffrey Getting, visiblemente conmocionado.

Según las primeras investigaciones, Dalton, que, se cree, actuó solo y que carecía de antecedentes penales, empezó su mortal periplo, que se extendió durante más de cuatro horas en la noche del sábado, en el aparcamiento de un complejo de apartamentos. Allí disparó “varias veces” contra una mujer, a la que dejó “gravemente herida”, aunque las autoridades confían en que sobrevivirá. Cuatro horas más tarde, a las diez de la noche, Dalton se plantó delante de un concesionario de automóviles, donde mató a tiros a dos hombres, un joven de 18 años y otro mayor que se cree era el padre del adolescente, aunque las autoridades todavía no han identificado a las víctimas. Un cuarto de hora después, Dalton abrió fuego frente a un restaurante cercano, donde asesinó a otras cuatro personas que también estaban en sus coches. Una adolescente a la que en un principio se había dado por muerta está sin embargo “herida gravemente”, aunque no se sabe si logrará sobrevivir, según Getting.