El hecho tiene todos los ingredientes de lo que está mal: acoso sexual, ataque por la espalda con lesiones graves, fiesta clandestina, y rugby, siempre el rugby, el deporte del cual sus amantes dice que es el que tiene 'valores' superiores a los de cualquier otro deporte lo que no se ve reflejado en el accionar de sus deportistas.

Los dos protagonistas integran el equipo de Sporting Club y el 7 de febrero, varios jugadores de ese club asistieron a una reunión privada en el barrio Pinos de Anchorena. Cuando entró a la fiesta clandestina, el agresor observó a su "amigo" -de nombre Francisco- hablar con su exnovia. "En un momento dado y sin mediar palabra alguna, el imputado le propina al denunciante un golpe de puño en la cabeza desde atrás, para luego tomarlo del cuello y continuar con la golpiza, provocándole fractura en la órbita ocular y el tabique", detallaron fuentes policiales.

De acuerdo a la investigación, a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7, la víctima aseguró que conoce desde los siete años al agresor, con quien comparte división en el club. Según indicaron testigos del ataque, al agresor "lo enfureció ver a su amigo hablando con su exnovia, una joven de la misma edad quien venía sufriendo acoso por parte de éste desde hacía tiempo, hecho por el cual había solicitado una medida de restricción de acercamiento".

Tras tomar testimonio a más de 20 personas presentes en la fiesta en la que se produjo la golpiza, el fiscal solicitó la detención del rugbier denunciado y el allanamiento de su vivienda. Luego de su arresto, el joven fue trasladado a la Alcaidía Penitenciaria de Batán, imputado por el delito de "lesiones graves". En las próximas horas deberá declarar ante el fiscal.