La denuncia inicial partió de integrantes del Frente Popular Darío Santillán y de varios vecinos que prescenciaron la cruda escena que se dio este miércoles, pasadas las 16:30, en el barrio porteño de San Cristóbal. Más precisamente, en la intersección de la Avenida Jujuy y la calle Humberto Primo.

Allí "un chico venía corriendo, lo estaba persiguiendo la policía", según el relato de una kiosquera a Veintitrés. "El pibe se intentó ir en un camión, pero el camión no arrancaba. El policía, vestido de civil le dijo ‘bajate’. Así como se bajó, con las manos en alto, el policía le pegó un tiro en la frente. Así nomás lo mató”.

En una avanzada de la violencia policial y de los gatillos fáciles como hace mucho no se ve en la sociedad argentina, y con el amparo del nuevo Gobierno, este caso estremeció a las organizaciones de Derechos Humanos que se hicieron presentes en el lugar.

Pero el relato de la testigo no terminó ahí: "Llegó un patrullero y se llevaron al policía. Llamé a la ambulancia tardó media hora en venir. El pibe aparentaba ser mayor, pero era un pibe”.

Tal como consignó Veintitrés por el relato de los testigos, el atacante fue trasladado sin esposas. La víctima, estaba desarmada y no ofreció ninguna resistencia cuando le dieron la voz de alto. Llamativamente, pese a que se vio un solo disparo, detrás del precinto se podía ver una pistola en el piso y más de una bala marcada con tiza.

La policía acusó un "enfrentamiento" (típica coartada para ocultar sus delitos), pero la Correpi y el Cels se hicieron presentes para investigar qué fue lo que pasó. 

Según reveló la CORREPI, desde que asumió el gobierno de Cambiemos se produjeron 259 casos de gatillo fácil. Con este nueva muerte, ya son 260. Una muerte cada 25 horas.