La canciller alemana, Angela Merkel; la primera ministra danesa, Helle Thorning Schmidt; la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini y  la alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo fueron borradas con photoshop de la portada del periódico ultraortodoxo HaMevaser en la marcha por la masacre en el semanario Charlie Hebdo.

No es la primera vez que ocurre, como informa el diario El País, sino que también desde la línea editorial de HaMevaser decidieron borrar  a Hillary Clinton de una fotografía publicada en 2011 con el objetivo de eliminar la presencia femenina en política.

En la portada del diario sólo se ven hombres ocultando la presencia de las políticas.  La diferencia de las fotos en detalle:

1 y 2. Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se evapora. 3. Cabello de una de las asistentes, difuminado para que no se note. 4. Merkel también desaparece. 5. Otra de las asistentes, borrada.

Como respuesta y parodia ante el obseno retoque editorial de  HaMevaser, Bust Magazine publicó una imagen donde se le da protagonismo absoluto a las mujeres  utilizando también el Photoshop.

Prácticas que no son tan atípicas

Las fotografías trucadas en la ex Unión Soviética eran un arma impadiosa para manipular la historia. A golpe de pincel y aerógrafo, el equipo de artistas que trabajaba para Stalin era capaz de borrar de una foto a quien el dictador solicitase, Trotsky era el predilecto a la hora de "ser borrado".

Un ejemplo es esta fotografía donde se ve en el centro a Stalin (con la mano dentro del abrigo es Stalin) y el que está a su izquierda y fue borrado de la foto es Nikolai Yezhov. Yezhov fue uno de los principales autores de las purgas que recorrerían la URSS bajo el mandato del dictador.

Violencia y tergiversación editorial en nuestro país

Un caso emblemático y relativamente reciente fue cuando el diario Perfil publicó en tapa una foto de Télam de la visita de Dilma Rousseff a Cristina. Aunque del encuentro también participó Estela de Carlotto,  la borraron de la imagen (en la tapa) y dejaron intencionalmente sólo a Bonafini, cuando sufría el ataque mediático por caso Schoklender.

La imagen original y la publicada por Perfil