Dentro del ámbito de Metrovías, supervisores de la empresa vendían departamentos en edificios que estaba construyendo el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) de entre 80 y 140.000 pesos.

Al hacer las averiguaciones, los Metrodelegados descubrieron que en realidad se trataba de una "estafa", puesto que el IVC no estaba vendiendo esos departamentos.

Pianelli relató que "no dimos cuenta que no eran del IVC" y que estaban "frente a una estafa generalizada en compra de viviendas, en la cual todos los vendedores eran personal jerárquico" de Metrovías.

La empresa sacó un comunicado deslindándose del hecho en el que incurrían "supervisores", según señaló el gremialista, y que finalmente afecta a unos 300 trabajadores del subte, por lo cual "hicimos la denuncia penal", agregó.