“Mi abuela tiene 96 años y lleva 37 años averiguando qué pasó con su hija y con su yerno. Se merece tener justicia lo más pronto posible". El que habla con Diarioregistrado.com es Guillermo Pérez Roisinblit, nieto de Rosa Roisinblit, vicepresidente de Abuelas de Plaza de Mayo y además el primero encontrado en manos de un personal de la Fuerza Aérea.


El proceso busca encontrar los culpables por el secuestro y la desaparición de José Manuel Pérez Rojo y Patricia Roisinblit y tiene como acusados al brigadier Omar Graffigna (miembro de la segunda junta militar), el comodoro Luis Tomás Trillo (ex jefe de la RIBA) y el ex agente de inteligencia de la Fuerza Aérea Francisco Gómez.


Guillermo explicó que las "medidas dilatorias" presentadas por la defensa fueron las que trabaron el inicio del juicio que finalmente arrancará el 2 de mayo. Entre ellas el pedido para ser juzgados por un tribunal militar y en el caso de Francisco Gómez la argumentación que no puede ser juzgado dos veces por la misma causa.


Cabe remarcar que en 2005 fue condenado por la sustracción, ocultación y retención de Guillermo Pérez Roisinblit y por falsificar un documento público destinado a acreditar la identidad de las personas, junto con ex mujer Teodora Jofre. En esa misma causa también fue condenado el Jefe de obstetricia del Hospital Naval, Jorge Luis Magnacco de quien se sabe intervino en 30 partos en la ESMA.


"Ese argumento se cae porque ahora la causa busca determinar los culpables del secuestro y la desaparición de José Manuel Pérez Rojo y Patricia Roisinblit (los padres biológicos de Guillermo)" aclaró descartando los argumentos de la defensa. "Habían presentado recursos extraordinarios en Casación Penal y el tribunal suspendió el juicio de manera indefinida, hasta que se pronuncie Casación” confirmó, situación que los fiscales dijeron que era un precedente "peligroso".


Recuperar la identidad


El destino de Guillermo se torció cuando el 6 de octubre de 1978 su padre José fue secuestrado en un comercio de Martínez a manos de un operativo dispuesto por la última dictadura cívico militar. Ese mismo día su mujer, Patricia, embarazada de ocho meses, también fue privada de su libertad. La hija de ambos, Mariana, tenía 15 meses y fue dejada en manos de un primo de la pareja.


Patricia y José, quien fue torturado duramente, estuvieron detenidos en una casa situada en la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Posteriormente la hija de Rosa fue trasladada a la ESMA especialmente para dar a luz. Tuvo un varón al cual llamó Rodolfo Fernando.


Esta historia permaneció oculta para Guillermo hasta que el 27 de abril del 2000 cuando su vida daría un vuelco para siempre. Su hermana de sangre, Mariana, se apareció en su trabajo y le contó que él podía ser hijo de desaparecidos. Esa misma tarde decidió ir a la sede de Abuelas a dejar su muestra de sangre.


En su declaración judicial Guillermo contó como fue que su apropiador le confesó la verdad. "Íbamos en su auto, y ya cansado por las idas y vueltas, le vuelvo a preguntar directamente si él es mi padre. Empieza a llorar, y me cuenta que yo soy hijo de una montonera que era judía y estudiante de medicina, y de otro montonero, que los dos estaban desaparecidos y que esa chica que me había ido a ver a mi trabajo era mi hermana, con lo cual, ante la certeza ya, sin tener el ADN, me pongo muy nervioso, me bloqueo, no le pregunto más nada y lo único que le digo es buscate un abogado porque te robaste al nieto de la Vicepresidenta de Abuelas".


Finalmente el 2 de junio de ese año el ADN demostró que era hijo de Patricia y José. "Me costó mucho asimilar mi historia, fueron dos años de negación" relató sobre lo conflictivo que fue para él toparse con su verdadera historia de vida. En su declaración figura como su apropiador le contó como torturaban a sus padres, y que le había hecho una supuesta promesa a su madre de que lo cuidaría.


"La última vez que lo vi estaba borracho y me dijo que estaba privado de su libertad por culpa mía" contó a este medio Guillermo. Respecto de su apropiadora dijo que la sigue viendo, pero que es una relación "muy difícil de sostener".


Hace unas semanas Abuelas emitió un comunicado donde pedían que el juicio para juzgar a los culpables de la desaparición de los padres de Guillermo arranque finalmente. "Luego de años de espera, se posterga incomprensiblemente este proceso en el que la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit es querellante. Esperamos que el tribunal revise rápidamente su decisión y que este proceso judicial comience cuanto antes para garantizar la Memoria, la Verdad y la Justicia".


Esta semana Guillermo le comunicó a Diarioregistrado que el 2 de mayo arrancará el proceso judicial. Y como dice al comienzo de esta nota. “Mi abuela tiene 96 años y lleva 37 años averiguando qué pasó con su hija y su yerno. Se merece tener justicia lo más pronto posible".