Es habitual que en época de Fiestas se produzcan accidentes automovilísticos, generalmente causados por jóvenes alcoholizados que salen a las calles y terminan golpeando a otros autos.

Pero en este caso, se trató de un día alejado de las celebraciones, en un horario mañanero que no hacía prever el desenlace y con una violencia inusitada.

Un Peugeot impactó de frente contra un camión que estaba estacionado y se metió debajo, destrozando gran parte del rodado. 

Lo llamativo es que los ocupantes del auto no sufrieron ningún daño.