Durante la charla de casi una hora, Francisco recorrió muchos temas como kilómetros en su avión. Pero sobre el tramo final de la conversación dejó una frase para la polémica. 

En medio de la tormenta que atraviesa la Iglesia por los cientos de casos de abuso escondidos durante años, Francisco dijo que estos hechos son "monstruosos" pero continuió con una excusa que estuvo de más para muchos. 

A continuación insistió en la necesidad de juzgar los fenómenos pasados con criterios de la misma época. “Es como el indigenismo. Hubo muchas injusticias o brutalidad, pero no puede ser interpretado con la hermenéutica de hoy, tenemos otra conciencia”, para generar aún más controversias.