Hay conductores de televisión que atrasan treinta años y siguen haciendo las mismas bromas con doble sentido que hacían reír cuando uno estaba en quinto grado.

Para ellos decir "qué mala leche", cuando se muestra un asalto a una pareja que tenía relaciones sexuales dentro de un auto y fueron sorprendidos por ladrones que se llevaron el vehículo, es un hallazgo de originalidad y repentización nunca visto.

Con el infaltable "acabaron afuera" redondearon un segmento televisivo que hará las delicias de aquellos que siguen mirando las películas de Olmedo y Porcel como el summum de la picaresca criolla.