Si bien varios de los representantes de que dialogaron con los fucionarios de Horacio Rodríguez Larreta se mostraron conformes con la propuesta, al memento no todos los sectores estarían de acuerdo. El desalojo y la posterior represión fueron librados hace más de dos días todavía no ha habido un cierre definitivo al problema. 

De momomento, son unos 650 los manteros censados hasta este mediodía en el barrio porteño de Once, por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el desalojo de los puestos callejeros. El mismo fue calificado por Rodríguez Larreta como la resolución a "un problema histórico" de la zona. 

Ese mediodía, los vendedores ambulantes realizan largas colas sobre la calle Perón para iniciar el trámite del monotributo social en las carpas que montó el Ministerio de Ambiente y Espacio Público. Por la gran cantidad de personas que se aceró a cumplir el trámite, el sistema de registro del gobierno de la Ciudad se vio desbordado, lo que obligó a anotar a los vendedores en una planilla para que luego la Dirección de Ferias se encargue de contactarlos y completar el registro, informó la agencia Télam. 

El censo forma parte del acuerdo al que arribaron ayer por la noche el Gobierno de la Ciudad y los manteros, por el cual se prevé el traslado de los puestos a dos galpones ubicados en inmediaciones de la Plaza Miserere y la realización de un curso de emprendedurismo durante 60 días por el que percibirían un subsidio mensual de 11.700 pesos que pagará la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Al respecto, el jefe comunal, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que se está "solucionando un problema histórico, ya que Once es el lugar de mayor venta ambulante históricamente en toda la Argentina" y sostuvo que "se ha hado un avance enorme" para mejorar la situación de los comerciantes y los vecinos de la zona. 

Sin embargo, ya esta mañana un grupo de mujeres se encadenaron en plaza Once, aseugraban que todavía nadie del Estado se había acercado a tomarles datos, al tiempo que reclamaron tener problemas habitacionales. Además, explicaron que la oferta de dinero, además de ser insuficiente no llegaría a tiempo para poder alimentar a sus familias. 

"Lo importante es que ahora todos van a los lugares nuevos, que son más o menos seiscientos y pico de puestos, a dos cuadras de Once, o sea en la misma zona", precisó Larreta.

Desde el gobierno porteño reconocieron a Télam que la semana próxima recién se podrá ocupar el predio de Perón y Ecuador, al que le están remodelando unos toldos, mientras el otro espacio ofrecido en la calle La Rioja, cerca de la Plaza Miserere, aún debe acondicionarse.

Aunque un representante de los manteros que participó de las reuniones con las autoridades que derivaron en el acuerdo, aclaró a Télam que ese pacto es solo por el censo, y que una vez realizado el registro y obtenido el subsidio por dos meses, los vendedores se tomarán esos 60 días para negociar la ubicación de los predios.

La gran mayoría de los puesteros sostienen que los espacios ofrecidos por la Ciudad están en zonas poco transitadas y se quejan de que no podrán vender la misma cantidad de mercadería que en las arterias donde estuvieron instalados desde hace años hasta el desalojo del martes, aunque se trata de galpones ubicados en los alrededores de las estaciones de subte y del tren de Once. 

En ese sentido, Larreta afirmó que con el anterior escenario la gente "sufría" cuando llegaba a la estación porque "estaba todo el espacio público tomado" y destacó que con el desalojo también "se separaron a las mafias, que son las que hay que combatir".

La mitad de los manteros en territorio porteño durante 2016 se encontraba en el barrio de Once con un total de 1882 puestos, según un estudio divulgado por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba).

La venta ilegal en la Ciudad movilizó 2.152 millones de pesos en diciembre último y 14.825 millones en todo 2016, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).